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  • Foto del escritorJosé María Zamoro

La historia de Carmelo (III)

Actualizado: 19 feb 2021

./..(Sigue) A la mañana siguiente, Carmelo se despierta temprano y se dirige a la sala donde tendrá lugar la reunión. La sala tiene dispuestas diez filas de sillas, conformando un pasillo central y dos en los laterales. Sobre cada silla, perfectamente colocados, hay un bloc y un bolígrafo para cada asistente, todos ellos con el logo de la empresa.

Las sillas parecen cómodas. No hay un estrado, pero sí un atril para el conferenciante, un flipchart con rotuladores y una mesa para el cañón. Escondido bajo la mesa, está el obsoleto proyector de transparencias que Carmelo mandó pedir por si acaso.


Desde luego, no voy a necesitar ninguna de estas cosas –se dice a sí mismo-. En la cabecera de la sala hay un gran cartel en el que puede leerse: Al éxito por la innovación.


La primera parte de la reunión discurre sin sorpresas. El discurso del presidente es, como se esperaba, aburrido y además más largo de lo previsto. Luego le toca hablar al director de Asuntos Legales, que proyecta unos documentos ilegibles sobre el nuevo decreto-ley de ayudas a la exportación. Pero le aplauden al final, posiblemente porque sólo se excedió 10 minutos.


Ahora es el turno de Carmelo. Sólo faltan 30 minutos para la hora del café. Los asistentes empiezan a removerse en sus sillas. En la primera fila está Néstor Trilla, director de Recursos Humanos, sentado junto a Chema Múndiz de Distribución. Cuando Carmelo se levanta, escucha a Néstor decir a Chema con tono apesadumbrado: ¡buf!, otra presentación.


Damas y caballeros, -comienza Carmelo, ante un adormecido auditorio- tengo para Vds. buenas noticias y también… buenas noticias.


Primero las buenas noticias. El año pasado nuestra empresa generó unos ingresos de 100 millones de Euros. Carmelo se inclina bajo la mesa donde está el cañón y saca una enorme ensaladera transparente que lleva pegada una cartulina en la que pone FACTURACIÓN. La coloca con cuidado sobre la mesa y vuelve a agacharse para sacar lo que parece una funda de almohada atada con una cuerda, formando una especie de saco.


100 millones repite mientras abre el saco y vierte su contenido en la ensaladera. Monedas de chocolate de todos los tamaños, incluso algunas monedas de verdad, resuenan mientras caen en la ensaladera, donde brillan bajo el efecto de los focos.


10 millones es nuestro beneficio neto y me gustaría mostrarles de dónde sale esa cantidad dice Carmelo tomando unas cuantas monedas de la ensaladera y llevándolas al atril. Se inclina y saca de detrás de él una ensaladera más pequeña que lleva pegada otra cartulina con el rótulo BENEFICIO NETO. Con cuidado deposita la segunda ensaladera sobre el atril y deja caer las monedas en ella. También quiero explicarles tres formas de aumentar en un 10% nuestro beneficio, cumpliendo con el lema: STOP al COV.


Carmelo se acerca al flipchart y escribe en grande, de arriba abajo, las letras C, O y V en el centro de la hoja. Después dibuja, en color rojo, una señal de STOP en la parte superior.


Chema mira a su compañero, que parece sorprendido con la presentación. A Carmelo le ha dado un jamacuco -piensa Chema para su interior-. Al final, ha petado por la presión.

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